Chica de oficina en falda se entregó japonesas maduras follando a un adicto al trabajo

El gerente estaba a punto de irse a casa y ponerse su costosa chaqueta característica, pero después de cambiar de opinión, se la quitó y la colgó en una percha, porque entendió la situación, japonesas maduras follando y de hecho, unos minutos después, una chica con falda apareció en la oficina y le dijo que se rindiera. Lo había soñado durante mucho tiempo, pero este delgado adicto al trabajo no se fijó en ella, ni en el escocés a cuadros, ni en la dulce sonrisa. Y así, hoy, al final del trabajo, decidió estar en el armario de la oficina y, por así decirlo, con un movimiento accidental descuidado de la mano para mostrarle al ladrón que debajo del tartán no llevaba bragas.